Esperanza y solidaridad se vivió en Angashcola

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En la ruta que traza el camino hacia la Parroquia La Victoria, se dibuja un horizonte maravilloso de una tierra productiva y de gente excepcional, pero también donde la altura nos regala el privilegio de producir toda clase cultivos, también se esconde el refugio de una mirada silenciosa, golpeada por los años y enfermedades, aquella  que se abraza con sus dolencias y limitaciones, pero busca sacarle a la vida su mayor lección.

Es que a la hora de servir, no existe tiempo ni distancia, porque el momento es ahora, es así que el Municipio de Macará, con su Alcalde, Dr. Alfredo Suquilanda Valdivieso, durante toda su gestión ha tratado de mitigar ese dolor y necesidades de los grupos vulnerables del Cantón.

Esta vez el camino fue largo, difícil, cansado por la dificultad de un terreno que nos llevaba desde el Barrio Angashcola, a unas dos horas de camino, hacia el sector “Las Ardillas”, donde vive la familia Chamba Solano, donde yace una dama, no solo respetable por sus años de vida, sino por la lucha constante, guerrera,  por sacar adelante a los suyos, hasta ahí llegó la ayuda del Municipio, donde en compañía de técnicos del Departamento de Acción Social, y de personal del ejército, se entregó dos camas, colchones, frazadas, almohadas, víveres, poniendo muy en alto la vida y el por qué no importaba distancias ni dificultades a la hora de servir.
Gratitud y alegría se llenaron en el semblante de su hija, por este aporte que de seguro puso una nota de amor y motivación para seguir luchando a esta noble familia y específicamente a esta distinguida abuelita.